Ever Chávez y Víctor Peña consideran que el llamado a la selección fue la recompensa de Dios por su esfuerzo en las canchas de fútbol. “No esperaba este llamado pero Dios es grande, apenas entre a la Videna y saludé al profesor Markarián, me dije que mi sueño estaba cumplido y que a partir de ahora debo seguir esforzandome para quedarme”, declaró Chávez, mediocampista del León de Huánuco. “Coincido con lo que dice mi compañero, es un privilegio estar en la selección y un regalo de Dios, también un reto en nuestras vidas para seguir mejorando” dijo Peñita su colega de puesto y equipo.