“No es que menosprecie al fútbol peruano, pero quiero salir de acá”, fueron las palabras del joven Jean Carlo Deza, de 16 años, que ya se encuentra en Buenos Aires para abrirse camino en Boca Juniors. Desde los diez años, la Academia Deportiva Can - tolao fue su segundo hogar. Le dieron una beca. Humilde él, agradece las facilidades que le dieron para que hoy pertenezca al equipo de reserva xeneize, que em - pezará la pretemporada el 25 de enero. “Estuve dos meses a prueba allá. Eran más de 500 chicos que como yo que rían un cupo. Cuando el mismo (Car los) Bianchi me dijo que me quedaba, no lo podía creer”, reveló. Cual niño, lo primero que hizo fue llamar a casa. No le creyeron, empero. “Lloró mu - cho, pero la hizo”, añade su orgullosa madre María Sánchez. El chiquillo de barrio humilde, la rompió. Equipos como San Lorenzo de Argentina y el Schalke 04 de Alemania también lo querían (aún lo buscan). Sus ganas de estar entre los más grandes, lo hicieron firmar por Boca. Gracias a los viajes con Cantolao, ya jugó en Suecia, España, Brasil, Dinamarca, Italia, Colombia, Ecuador y Venezuela. “Desde que anoté dos goles en el amistoso contra Racing, supe que no dejaría pasar esta oportunidad”, comenta Deza. Prometiendo no cambiar su arroz con pollo por la parrilla gaucha, ni la salsa por la bailanta, fue que lo dejamos para que se despidiera de su querida Gambeta Alta. Suerte 'Guapito'.