Alianza Lima y el peligroso hábito de reciclar cracks fallidos y veteranos

Alianza Lima juega con fuego en la conformación de sus plantillas desde hace un par de temporadas y los resultados no hacen más que confirmarlo. Desde fichajes tan alucinantes como Jean Deza, Alexi Gómez y Carlos Ascues, pasando por interrogantes como las de Wilmer Aguirre, Pablo Míguez y Edgar Benítez; hasta expectantes como los de Hernán Barcos, Jefferson Farfán y ahora los de Cristian Benavente y Aldair Fuentes. Si hay un hilo conductor a la hora de fichar es que pesa más el pasado que el presente. Pero, aunque peligroso, la receta íntima ha terminado dando buenos frutos. ¿Los dará también este 2022?

El fallido ensayo del 2020

Hagamos memoria: el 2020 era un año prometedor, aunque de mucho temor también por los fichajes a los que se apostaron aquella temporada. Básicamente, futbolistas con alguna trayectoria importante en el medio local y con cierto éxito (muy relativo) en la selección peruana, además de ser jugadores con destacado renombre mediático. Así se fueron sumando nombres como Jean Deza, Carlos Ascues y Alexi Gómez. Ah y también Beto Da Silva.

Todos ellos futbolistas “reciclados” ya con presente dudoso y futuro aún más que incierto. Obviamente, los resultados fueron muy similares a la mayor pesadilla de los hinchas. Mejor dicho, superaron las expectativas: Alianza Lima hizo una temporada terrible y terminó con el descenso deportivo, descenso que luego se anuló tras un reclamo en mesa.

Alianza Lima, sin embargo, aprendió la lección y aunque mantuvo la estrategia de fichar futbolistas reciclados, afinó mejor el perfil: sumó futbolistas sin problemas extra deportivos y de mejor reputación deportiva. Eso sí, se enfatizó en la llegada de veteranos: Hernán Barcos, Pablo Míguez, Edgar Benítez y Wilmer Aguirre. Todos ellos, aunque con capacidad de ser puestos en duda por su rendimiento deportivo, impecables a la hora de ser evaluados por su comportamiento fuera de las canchas. Es decir, se eliminó el problema que tanto daño le hizo al club el 2020.

A esa apuesta se sumó una mayor, la principal: Jefferson Farfán. Con ello, el plantel se hizo más que fuerte para el medio local y le alcanzó para reivindicarse deportivamente y lograr el título de campeón nacional. Sin duda, una apuesta arriesgada pero exitosa, basada en el aprendizaje dejado por la temporada anterior.

Este 2022 se vuelve a repetir la estrategia, ahora con veteranos como Pablo Lavandeira (32 años), Christian Ramos (33 años) y un atractivo fichaje comercial -aunque con muchas dudas deportivas- como es el de Cristian Benavente, quizá el futbolista reciclado más importante en los últimos años de la Liga local.

Otra apuesta de reciclaje es la de Aldair Fuentes, un futbolista de 23 años que salió hace algunas temporadas de Alianza Lima como promesa de la selección peruana y hoy vuelve tras fracasar en su odisea por la Segunda división del fútbol español.

A esta lista se podría sumar aún Paolo Guerrero, con lo que por su pasado, podría coronar una plantilla bastante atractiva para alcanzar objetivos como el bicampeonato o incluso tentar llegar muy lejos en la Copa Libertadores. Eso sí, el riesgo está en que esta apuesta puede hacer perder el foco en el trabajo en menores. Un riesgo que por ahora Alianza Lima parece dispuesto a correr.

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