Cuando Carlo Ancelotti llegó al Real Madrid en el año 2013, lo hizo con el respaldo de su hoja de vida plagada de éxitos. Lo hizo en un contexto complejo, reemplazando a un resistido pero entrañable José Mourinho; lo hizo con la responsabilidad de ubicar al equipo blanco en los más alto de la órbita futbolística.
Ancelotti venía de protagonizar un auspicioso paso por el PSG, pero la principal responsabilidad de Carlo Ancelotti y el motivo por el cual Florentino Pérez lo tuvo en sus planes desde siempre fue su historia con la Liga de Campeones. Ancelotti era uno de los entrenadores con más finales disputadas: tres con el AC Milan en 2003, 2005 y 2007. Además, es el entrenador que más ediciones del torneo disputó con más equipos diferentes (4): Juventus, AC Milan, Chelsea y Paris Saint-Germain. El italiano reunía todos los requisitos para que el Real Madrid consiga, finalmente, hacerse con la tan ansiada -y necesaria- ‘Décima’.
MISIÓN CUMPLIDA
Ancelotti no solo consiguió la ‘Décima’, sino que se dio el gusto de quedarse con la Copa del Rey tras derrotar al Barcelona en una final épica. Quedar tercero en la Liga española fue un desliz que el campeón se podía permitir al menos en la temporada pasada. La figura de Ancelotti fue ensalzada, la temporada se cerraba con el Real Madrid alzando la ‘Orejona’, la tan ansiada ‘Décima’, era levantada por el capitán Iker Casillas, el mismo que fue relegado por Mourinho y al que Ancelotti devolvió a su lugar. La gloria y la buena relación con la hinchada: un contexto inmejorable.
¿Suerte echada?
Los rumores son grandes y dicen que Florentino Pérez decidió su salida a pesar de que su contrato concluye todavía en un año.
Ancelotti no entra en rodeos y fiel a su estirpe asegura: “Mi futuro está decidido: me gustaría quedarme aquí, pero sé cómo son las cosas del fútbol.
La desmesurada grandeza del Real Madrid demanda un camino plagado de éxitos y el relajo es imperdonable. Acelotti lo tiene claro; en un equipo como el Real ni el respaldo de una plantilla, ni el apoyo de la mayoría de la hinchada, ni siquiera una ‘Décima’ garantiza la continuidad. Aún así, don Carlo ya escribió su nombre con tinta indeleble en la historia del equipo español.