La mejor versión de este Universitario de Deportes fue en la temporada 2017, cuando entre bombos y platillos se anunciaban los fichajes de jugadores de rótulo importante como Alberto Rodríguez, Luis Tejada y Juan Manuel Vargas. Con ese equipo, ni Roberto Chale ni Pedro Troglio supieron alcanzar un tono alto de rendimiento y el año se cerró sin el título nacional.
Universitario de Deportes decepcionó en rendimiento ante las expectativas que generaron los fichajes. Alberto Rodríguez, que jugó poco, terminó emigrando al fútbol colombiano. Luis Tejada, que aunque fue el goleador con 18 tantos, se fue a Sport Boys. Alexi Gómez, irregular en el segundo semestre y protagonista de temas extrafutbolísticos, se fue el Atlas de México. Otros jugadores dejaron el club, aunque ya sin protagonismo como Diego Guastavino y John Galliquio.
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Cabe recordar que en el 2017 Universitario de Deportes sumó fichajes decepcionantes como los del delantero Daniel Chávez, quien entre lesiones y bajo rendimiento, aportó muy poco en ataque. Con Troglio, el discurso de “plantel joven” se caía cuando uno repasaba la alineación y encontraba jugadores en su mayoría cerca de la base tres, como Figuera, Quintero, Manicero, Vásquez, Vargas, Fernández, Corzo, Romero, Tejada o el mismo Chávez.
Los chicos, jueganSe fue Troglio y en Universitario de Deportes no cambió nada, o cambió muy poco. Ante Huancayo, Córdova alineó dos jugadores de 19 años (Velarde y Zevallos), aunque Velarde ya con 15 partidos no tendría que encajar como juvenil. Zevallos, sí, fue debutante. El ataque tuvo a dos jugadores jóvenes: Núñez (21 años) y Osorio (20 años). El primero, con 15 partidos encima y el segundo con 16 partidos.
El resto de Universitario de Deportes, 7 jugadores con experiencia suficiente para sacar partidos adelante, no trascendió: Fernández (32), Corzo (29), Vásquez (32), Schuler (27), Manicero (33), Figuera (28) y Romero (27). Manicero marcó un golazo con remate de larga distancia, una jugada fortuita producto del talento individual más que de la generación colectiva.
Las variantes fueron un punto débil. Huamantica y Palomino, el primero con más rodaje, poco pudieron hacer. El ingreso de Daniel Chávez para la segunda etapa, pasó inadvertido. El veterano delantero volvió a ser intrascendente en ataque y no debería ser sorpresa. El artillero no tiene una cuota goleadora por temporada que supere los 10 goles hace 5 años. Fue en el 2013 la última vez que marcó más de una decena de tantos por año: 14 con César Vallejo. Sin embargo, fue elegido para reforzar el equipo el 2017 y sigue siendo este 2018 una variante que la mayoría olvida.
El caso VargasMención aparte merece Juan Manuel Vargas. Un jugador con pasado exitoso, pero que desde su llegada al club en 2017 no ha alcanzado un nivel considerable. Continuas lesiones, problemas de peso y consecutivos esfuerzos por tenerlo en un estado físico coherente con la exigencia, han dado como resultado a un jugador intermitente, lejos de encontrar un guía y referente para darle pelea a la adversidad.
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Universitario de Deportes tiene pocas variantes en banca. Eso es un punto en contra, pero también tiene jugadores con jerarquía para el medio local que no han encontrado un técnico que puede maximizar sus rendimientos. El equipo, es cierto, tiene jugadores jóvenes, pero tampoco llega a ser un equipo “juvenil”. Ante Huancayo el promedio de edad fue de 26 años. Si juega Osorio (20 años) es por decisión técnica, teniendo en banco al refuerzo del club Daniel Chávez (30). Un refuerzo que no ha funcionado. ¿Puede mejorar este plantel con refuerzos? Por supuesto que sí, pero el discurso que pretende justificar la mala temporada en la falta de fichajes tampoco parece ser tan cierto. La incapacidad del comando técnico y los desaciertos en fichajes anteriores también tienen mucho que ver.