Beto Da Silva heredó no solo el apellido brasilero de su padre, sino también el fútbol del país de la samba. No por algo, el atacante de 18 calendarios, hizo las inferiores en clubes Internacional y Gremio.
Lo de hoy en el Gallardo fue para el aplauso. El delantero ganó en potencia, dejó regado en el césped al experimentado Ciucci, y sacó un remate sobre la marca de Cardoza, para sentenciar el primer paso a la final del Torneo Descentralizado.
Ante Universitario, pese a que perdió Cristal en el Nacional, Da Silva regaló talento, que ayer emuló y redondeó con un golazo frente a los ‘poetas’. “Hay que estar tranquilos a Trujillo, no hemos ganada nada todavía”, fue su prudente lectura del compromiso.
Camino a vesutarios, el ariete recibió arengas y elogios por parte de los hinchas, pero siguió con los pies sobre la tierra. “Este marcador nos da cierta tranquilidad para ir a Trujillo”, prosiguió.
Golazo y futuro
Su soberbia anotación le genera satisfacción personal y grupal; sin embargo, no se marea, pues es consciente que tiene mucho camino por recorrer. “Mi tarea es hacer goles, para eso trabajo”, aseguró.
Su futuro es incierto, pese a que muchos hinchas comenzaron a ilusionarse con su talento. “No sé si me quedaré. No voy a adelantar nada”, apuntó.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) diciembre 6, 2015