Guillermo Alarcón, presidente de Alianza Lima, cumplió con el descanso médico después de la operación al corazón a la que fue sometido, y lo primero que hizo fue reunirse con sus jugadores en el vestuario de Matute. El titular blanquiazul felicitó a Edgar Villamarín, quien celebró ayer su cumpleaños, y después conversó con el grupo por el atraso en los pagos de sueldos, comprometiéndose a resolver todos los problemas para que el grupo se mentalice sólo en ganar a Vallejo en Trujillo y después el clásico a la U. Alarcón también volvió a Matute para saber cuál es la situación real de André Carrillo y Paolo Hurtado, quienes tienen ofertas para emigrar. Pocho mismo quiere encargarse de las negociaciones, aunque Gustavo Costas ya le dijo que por ahora no venda a nadie.