ESCRIBE VALENTÍN AHÓN Cuando el silbato del árbitro Carrillo anunció que a se habían jugado más de 90 minutos, los jugadores de Cristal y Alianza respiraron aliviados. El empate a un gol significaba un buen negocio y era motivo suficiente para darse la mano. El 1-1 final dejó satisfechos a todos, incluso a la barra celeste, que aún no se entusiasma a plenitud con el equipo de Guillermo Rivarola por una simple razón: falta de contundencia. Sin embargo, los celestes propusieron un mejor juego con Carlos Lobatón, fundamental en el mediocampo mientras tenga resto físico, Diego Chávarri, el argentino Rivera y Luis Advíncula. El gol de Cristal, precisamente, fue obra de Chávarri. El volante pisó con firmeza la pelota, hizo la diagonal por izquierda y en su trayecto tres jugadores de Alianza -Prado, Quinteros y Vílchez le dejaron la puerta abierta para pegarle al ángulo derecho y dejar a Libman sin ninguna opción. En realidad, el disparo fue de otra liga, un golazo. »Alianza sin ataque Alianza? Gustavo Costas sabía que su rival de turno no le daría las ventajas que sí dieron Unión Comercio y Alianza Atlético. Para empezar, le tocó ser visitante en una cancha corta, donde los tocadores tienen ventaja y, por lo visto ayer, Cristal fue el que mejor jugó en primera. Además, el equipo blanquiazul no tiene hoy delanteros con oficio. Ayer a Carrillo lo borró del mapa un defensa que tiene casi 40 años, y el ataque blanquiazul colapsó. El panorama no tenía muchas posibilidades de mejorar porque Sánchez y Viza aún están pensando en la cantante cubana. Tuvo que ingresar Paolo Hurtado primero para provocar a Chávarri, que salió expulsado a los 67, y luego para ofrecer al menos una posibilidad de llegada por las bandas. Y así fue, porque a diez minutos del final Lobatón demostró, a pesar de sus años en el fútbol, que no sabe sacar a un jugador con el hombro. Quiso hacerlo en su área y el impacto terminó en la espalda de Hurtado. Penal, uno enorme y que no admitió reclamos. El Pato Quinteros la puso en el punto reglamentario y cuando vio que Delgado se inclinaba ligeramente hacia la izquierda, se la clavó arriba y a la derecha. »En su punto Mereció ganar alguno de los dos? No. Si Alianza, luego del penal, tuvo alguna posibilidad, esta se esfumó con la expulsión de Ramos. Los íntimos se vieron obligados a cerrar su línea defensiva y a retrasar volantes para no dejar escapar el punto de visita que siempre viene bien. Ahí nomás llegó el pitazo final. Uno a uno. Repartición que calma las aguas y libera tensiones. Negocio redondo para Alianza, que sigue invicto y puntero, por ahora.///