A sus cortos 19 años, tres partidos en Primera División le fueron suficientes a Raúl Ruidíaz para demostrar su calidad y meterse en el corazón del hincha crema. Y aunque conserva la humildad y esa inocencia de chiquillo le brota en el rostro, el habilidoso atacante va rumbo a ser el ídolo que añora el pueblo merengue. Ya anotó su primer gol con la crema, ¡un golazo!, y va por la gloria. Es espectacular anotar un gol con la crema, se me escarapeló el cuerpo al ver que la gente celebró y gritó mi gol. Fue un lindo tanto, recibí un pase de Solano, di la vuelta y no la pensé dos veces, por eso le pegué fuerte y colocada. Todos me felicitaron y Galliquio me cargó, fue una cosa de locos, sostuvo. La celebración fue con baile y con su sencillez contagió de alegría hasta a los más recios, como el Negro Galván. Les dije que si anotaba un gol bailaba como Michael Jackson, por eso traté de hacer un pasito y los demás me siguieron, sobre todo Galván, quien me quiso imitar, comenta el delantero. El apoyo de sus seres queridos es primordial, sin embargo, reitera su gratitud hacia su técnico Juan Reynoso. El gol se lo dediqué a mis padres y a todos los que confiaron en mí, en especial al profesor Reynoso, por eso me acerqué a agradecerle por la confianza que depositó en mí. Él siempre me aconseja, pues recién estoy empezando. Me dice que debo seguir trabajando fuerte y sacrificándome para cumplir mis objetivos. Recién marqué mi primer gol, pero quiero llegar lejos con la U, culminó.