Germán Carty jugó al fútbol profesional hasta la edad de los 47 años y pocas veces se lesionó. Era poseedor de un físico envidiable y un demonio dentro del área. Le decían el “Avestruz” y hasta su último partido fue referente en el área. Pasó por la selección peruana, por Universitario, Sporting Cristal, Sport Boys y se consagró con Cienciano, donde el 2003 alzó la Copa Sudamericana ante River Plate y el 2004 se llevó la Recopa Sudamericana ante Boca Juniors.
El exfutbolista Germán Carty le dio unos minutos a EL BOCÓN para dar sus apuntes con ojo de buen goleador.
PALABRA DE GOLEADOR
¿No tienes tatuajes ni eras de perfumes caros o aretes?
Nunca me llamó la atención. Yo me dedicaba a lo que quería, el fútbol. Solo pensaba en mi familia. Tuve una línea profesional correcta. Era de los futbolistas que me quedaba a entrenar más de la cuenta. Ahora, los jóvenes, ni se estiran al terminar las prácticas. No son profesionales a carta cabal, más paran con el celular.
Ahora que recuerdo, no te veía lesionado
(Risas). Y es que nunca tuve una operación o lesión grave. Todo era buena alimentación y cabeza. ¿Mira al chico Beto Da Silva? Se lesiona rápido. ¿Qué hará en el entrenamiento invisible? De repente mucho desarreglo. Mucho ampay, después vienen las consecuencias. En algún momento te vas a romper. Ahora, los chicos, ni caer saben. Yo tenía elasticidad.
Jugaste en los tres “grandes”.
Sí, pero ahora es fácil llegar a un grande. Y lo peor, que no aprovechan. Los chicos se creen, se agrandan, no hacen caso ni a los experimentados. ¿Dónde está el respeto, los códigos? Hasta para hacer bromas hay que saber a quién, dónde, cómo.