George Forsyth, recientemente nombrado alcalde interino de La Victoria, mostró su lado más humano en una charla con la revista Caretas y confesó que cuando fue arquero de las menores de Universitario tuvo problemas raciales por ser 'blanquito' e hijo de un embajador, Harold Forsyth.“Llegué a la 'U' y ahí tuve problemas raciales clarísimos por ser blanquito. Los entrenadores me pedían cosas: pagar parrilladas, indumentarias, favores y eso no va conmigo, eso era explotación. Tuve bastantes maltratos. Estuve año y medio jodido. Ese entrenador de la U (no digo su nombre) era un desgraciado, ya que no me ponía de titular y sin embargo me llamaron para la selección sub-15. Y allí sí fui titular. Entonces me fichó Alianza Lima para jugar en el equipo de menores. Tenía 14 años”, contó el arquero, quien considera al club victoriano como “mi segunda familia”.Forsyth también contó que tuvo una infancia complicada debido al trabajo diplomático de su padre y algunas momentos trágicos vividos en esa etapa. “Sufrí de niño por tanto traslado, de forma que cuando conseguía tener amigos fijos tenía que dejarlos. Recuerdo que mi única diversión durante meses fue ver dibujos animados en la tele. En Canadá sufrí un accidente de auto con mi familia en el que falleció mi abuela y tras el que mi madre quedó en coma (del que logró salir). Fue un susto horrible”, dijo George.Forsyth, indicó que solo tuvo un gran amor en su vida “a los 24 años” y que está seguro de tener una carrera política. Además, consideró que su gran defecto es sentirse autosuficiente y que le molesta que un sector de la prensa mire con envidia su progreso como empresario. “Si no trabajara con seriedad fuera del fútbol dirían que no pienso en mi futuro ni en mi porvenir y que soy un huevón”, señaló.Finalmente, el 'Gringo' dejó un mensaje importante: “La vida está llena de trabas y obstáculos y no discrimina a nadie. Hay momentos muy duros. Tienes que ver la luz en tu camino como un faro que te guía. No hay que desviarse de esa luz. La luz es el éxito y la felicidad es conseguir exactamente lo que tú quieres lograr. En la lucha por la vida todos somos iguales”.