Gustavo Costas es la felicidad en persona. Con Alianza pasa algunos apuros en el Descentralizado, pero su alegría tiene otro motivo. El domingo en la noche nació su primera hija mujer, fruto de su segundo compromiso, y se sentía como se hubiera ploclamado campeón mundial con un gol de él precisamente. Esto muy feliz porque mi hija es peruana, le dijo a la prensa en la puerta del Instituto de Ginecología y Fertilidad de Miralores, en donde su esposa Virginia alumbró a un niña que lleva por nombre Giuliana. Mis hijos también están muy felices, agregó, en referencia a Federico y Gonzalo, quienes se encuentran en Buenos Aires y recibieron la noticia con igual satisfacción. A manera de calmar los nervios, Costas bromeó diciendo que el domingo fue como si tuviera dos partos, el primero, el partido con Chalaco, y el segundo, el nacimiento de mi hijita. También dijo que a Virginia tuvieron que adelantarle el parto por cesarea, puesto que el cordón umbilical se había enredado en el cuello a la bebé.