Cuando Alianza Lima sale de compras fuera del país en busca de delanteros, muy pocas veces han acertado. Han intentado hacer goleadores a argentinos, colombianos y uruguayos. La lista que dejaron decepciones es larga. Todos tienen algo en común, fracasaron en su primer año en el equipo de La Victoria. ¿Otra cosa en común más? Se los suele recordar de manera divertida por su limitaciones a la hora de anotar.
Hacía goles de todas las formas posibles, no se cansaba de celebrar y los arqueros lo sufrían, el detalle era que eso ocurría en los entrenamientos. Al momento de poner en práctica lo hecho en la semana, el colombiano era otro. En 11 partidos no pudo anotar, y su promesa de “no estaré tranquilo en Alianza Lima hasta marcar 15 goles”, quedó en el recuerdo.
Marcó 20 goles con José Gálvez el 2008, y su llegada a un equipo grande solo era cuestión de tiempo. Alianza Lima le daría la oportunidad de demostrar que el 'Karioka' también podía triunfar en un equipo popular. No derrochaba técnica ni velocidad, pero se las arreglaba para anotar.
En su primer año marcó 11 goles, sin embargo, no gustaba. Era muy rústico y en algunas ocasiones parecía estar subido de peso. Para el 2010, con el buen año de José Carlos Fernández y Roberto Ovelar, el argentino se quedaría sin espacio y se iría con un total de 4 goles.
Alianza Lima había realizado una campaña aceptable en la Copa Libertadores del 2010. Y para el 2011, el presidente por entonces, 'Pocho' Alarcón, quiso repetir el plato con 'grandes fichajes'. “Hemos contratado un delantero A1”, había declarado el nada recordado expresidente íntimo.
Al revisar el currículum de ‘El Látigo’, se encontraba que le había marcado 3 goles a Boca Juniors, pero el problema era que había sido hace 6 años, y en sus recientes equipos había tenido malos partidos. Marcó 2 goles en 13 partidos.
El colombiano llegó a Alianza Lima para hacer pareja en la delantera junto a Peirone, pero en sus primeros partidos se vio que el ser empeñoso no alcanzaba. Alternó algunos partidos, pero nunca pudo demostrar que estaba para titular. A mitad de año fue cedido a CNI de Iquitos, donde se quedaría hasta el final del año para volver a Colombia. Al igual que el argentino, marcaría solo 2 goles.
Su presencia en el ataque de Alianza Lima del 2012 era un alivio para los rivales. Desesperaba a todos los hinchas íntimos y generaba dudas hasta al más optimista. Solo verlo jugar se volvía un suplicio. Ambas partes no estaban cómodas y a fines de julio el uruguayo se fue de Alianza con la olvidable marca de 1 gol en 15 partidos.