Si hay algunas cosas que se pueden rescatar de Juan Jayo como técnico de Alianza Lima, es que al final del año se dio cuenta de que los referentes, llámese Walter Ibáñez, Roberto Guizasola, Johnnier Montaño, Reimond Manco, entre otros, no cumplían las expectativas, por lo que los dejaron de lado en el primer equipo.
Aunque un poco tarde, el estratega se dio cuenta, por ejemplo, que el uruguayo Ibáñez nunca fue el mismo desde que pisó nuevamente La Victoria a comienzos de año. Su buena temporada en el 2014 , daba la impresión que en su regreso sería el mismo defensor anticipador y goleador, pero los números y un nuevo fracaso por alcanzar el título lo sindican como uno de los culpables de la crisis deportiva que vivió Alianza Lima en el año.
Con Guizasola, Montaño y Manco las cosas no fueron muy diferente. Los tres nunca estuvieron a la altura de las exigencias. Es más, ninguno estuvo físicamente en condiciones.
Y sigue la lista
Pero los mencionados futbolistas líneas arriba no son los únicos a los que Jayo tuvo en la mira. Luis Trujillo fue otro que tuvo un año lleno de errores. Aunque recibió la confianza en innumerables ocasiones, nunca respondió con buen fútbol y goles. Su expulsión en Sullana terminó por convencer al comando técnico que el zurdo no está en el nivel que una institución como Alianza Lima necesita, por lo que apostaron por las pocas jóvenes promesas que tiene el plantel, caso Garro, Cotrina, Ramírez, Duclós y paramos de contar.
Destacaron
Luis Garro y Francisco Duclós arrancaron por segundo partido consecutivo con Alianza Lima y lo hicieron de la mejor manera, jugando de tú a tú frente a Sport Huancayo.
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