La  se guardó el toque y buen manejo de pelota que pretendía recuperar durante la  sacando a cambio las uñas para defenderse patas arriba y clasificar así a cuartos de final del torneo.

Esta  de Ricardo Gareca cambió su propuesta de jugar un fútbol abierto y volcado al ataque, como hizo contra Brasil a pesar de perder por 2-1 en un intercambio de golpes, para cerrarse sobre sí misma ante Colombia y salvaguardar su portería a toda costa, hasta el punto de que apenas generó ocasiones claras de gol.

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La diferencia entre una y otra es la presencia, en el caso de la primera, y la ausencia, en el caso de la segunda, de la mayor figura de la , Jefferson Farfán, capaz de cambiar la cara del juego como si de la noche al día se tratara.

El estratega argentino, a cargo de la  desde febrero, repite en cada conferencia que su equipo está en crecimiento, y es consciente de que sin el talento y la imaginación de Farfán, un equipo debe construirse desde la defensa para empezar a lograr buenos resultados.

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Los de la  casi no dejaron entrar en juego al cuarteto ofensivo de los colombianos formado por Radamel Falcao, James Rodríguez, Teófilo Gutiérrez y Juan Guillermo Cuadrado, pero apenas consiguieron llevar el balón a sus líneas de ataque.

Los delanteros Claudio Pizarro y Paolo Guerrero casi no entraron en juego, y cuando lo hicieron fue alejados del área rival. La capacidad ofensiva de la  en la primera fase de  fue tan débil que solo realizó un disparo entre los tres palos de la portería defendida por el portero colombiano David Ospina.

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La  solo pudo sacudirse el asedio colombiano cuando los centrocampistas Christian Cueva y Joel Sánchez tuvieron más libertad para conducir el balón.

Falta ahora conocer cuál de las dos versiones del juego bipolar de la  se verá contra Bolivia en los cuartos de final de , pero en cualquiera de ellas el jugador de Alianza Lima y el futbolista de San Martín necesitan tomar las riendas del equipo.

Más todavía cuando la  no podrá contar por sanción con Josepmir Ballón y Carlos Lobatón, sus otros dos centrocampistas titulares, que vieron ante Colombia la segunda tarjeta amarilla del torneo.

En su lugar entrará Edwin Retamoso, otro jugador de garra y corte defensivo que será el primer escollo de los jugadores bolivianos antes de toparse con una defensa que se muestra más sólida en cada partido.

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También se espera un paso adelante de Paolo Guerrero, el máximo goleador de la  2011 celebrada en Argentina, cuando la  obtuvo el tercer puesto, pero en la actual edición de la  aún no pudo marcar ningún gol.

Las opciones de la  para clasificar a semifinales de  aumentarán si mantiene su defensa tan aguerrida como contra Colombia y sus centrocampistas con más imaginación saben apañárselas sin Farfán para nutrir de pases a un Paolo Guerrero con ganas de saciar su hambre de gol.

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