Luego de la victoria con Tampa Bay Buccaneers en el Super Bowl NFL, Tom Brady y los jugadores del equipo celebraron este miércoles en unos lujosos yates por la bahía de Tampa, en un evento privado y con alcohol. No obstante, al momento de regresar a tierra, el jugador de fútbol americano fue captado por la prensa en aparente estado de ebriedad.
Primero arrojó el trofeo Vince Lombardi de una embarcación a otra ante el asombro de sus propios compañeros y horas más tarde tuvo que sostenerse en el esposo de Giselle Bündchen para mantenerse en pie.
La actuación del futbolista, quien no dudó en pronunciarse, ha sido fuertemente criticada en redes sociales por el estado en el que se encontraba. Además, porque aparece sin utilizar cobrebocas en plena pandemia de coronavirus.
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