Un empresario que tenía varios restaurantes y también se dedicaba a la competencia de gallos de pelea fue asesinado en el cuarto piso de su vivienda en en Santa Anita donde funcionaba su galpón. Al hombre lo encontraron con las manos y los pies maniatados y la cabeza cubierta con cinta de embalaje.
Tres venezolanos, entre ellas una mujer que lo habría pepeado, son buscados por agentes del Departamento de Investigación Criminal de Ate-Santa Anita como principales sospechosos del crimen.
El cuerpo sin vida de Julio César Aguirre Alegría (42) fue descubierto esta mañana por sus familiares cuando acudieron a buscarlo en el cuarto piso de la vivienda multifamiliar ubicada en la manzana C, en la urbanización Villa Santa Anita debido a que no lo habían visto desde la tarde del miércoles. En esta residencia viven su madre y sus hermanos en diferentes pisos.
La familia denunció el caso a la Policía que llegó a la vivienda y halló a Aguirre en posición decúbito dorsal con las manos y los pies amarrados con cinta de embalaje y la cabeza también estaba cubierta con este mismo material. Así también, los ambientes de su departamento estaban revoloteados y le faltaban su colección de relojes, alhajas de oro y dinero en efectivo, todo por un valor de US$70 mil.
C08-cadáver-santa Anita
Los detectives accedieron a los videos de las cámaras de seguridad de casas vecinas y en los que se ve al empresario que llegó a su casa acompañada de una ciudadana extranjera -según las investigaciones- a las 3:00 p.m. y a las 5:00 p.m. La mujer hace ingresar a sus dos compatriotas.
Luego, a las 9:00 p.m. se ve que los tres extranjeros salen de la casa, abren el carro de la víctima y se apoderan de un arma de fuego y se retiran.
Ante estas evidencias, la Policía presume que el crimen habría sido planeado por la extranjera que, al parecer, lo pepeó (drogó), lo redujo y junto a sus cómplices lo habrían asfixiado. Un amigo del hombre de negocios declaró para Canal N que una venezolana, amiga de Aguirre, le presentó a esta extranjera que sería la autora intelectual del homicidio.
Julio César Aguirre tenía varios restaurantes y también era gerente de Gallocentro Pluma de Ángel y participó en diferentes competencias.