Dolor indenoscriptible. La alegría de haber compartido horas cantando y alabando en una noche de vigilia con toda su hermandad de una congregación evangélica se transformó en segundos en dolor para varias comunidades tras el accidente en el río Huallaga, que dejó 21 víctimas mortales en Loreto. Un caso dramático vive un sobreviviente que perdió a 13 integrantes de su familia, entre ellos a sus dos hijos, y su hija de 9 años sigue desaparecida.
Se trata de César Inga, quien pese al dolor que lo embarga saca fuerzas para sostenerse en pie y así poder acudir a la morgue, trasladar los restos a su casa, velarlos y enterrarlos.
“Volvíamos de una vigilia de un caserío de Santa María porque aquí no nos dejan hacer. Regresábamos ya. Frente a Yurimaguas sucede este accidente en el que he perdido a mis seres queridos a los que quería mucho”, declaró César Inga, muy apenado, a Latina.
En cuestión de segundos, este sobreviviente de la tragedia perdió a su madre, hermana, hijos, primos. “He perdido a mi mamá, a mi hermana, a sus tres hijos de ella, mis dos hijos, al pastor que es mi tío, a su hijo del pastor, que es mi primo, a su esposa de mi pastor, a su esposa de mi primo con sus dos hijitos y un bebito”, dijo el hombre entre lágrimas.
César Inga señaló que ayer enterró a dos de sus familiares y esta tarde les dará el último adiós a otros tres parientes. Sus vecinos lo ayudan en la excavación de las tumbas.
Indicó que no ha recibido ninguna ayuda y que solo le importa hallar a su hija de 9 años y a dos sobrinos. “Que me ayuden a buscar. Falta mi hija, una mujercita de 9 años, y mi sobrinos de cuatro y dos años”, sostuvo Inga.