La difteria es una infección originada por una bacteria, cuya presencia en el Perú se creía erradicada, pues hace 20 años no se reportaba ningún caso; al menos eso se pensaba hasta que en los últimos días se confirmó el fallecimiento de dos personas a causa de este mal. Una niña de 5 años que no contaba con su esquema de vacunación completo y una mujer de 69 años que tenía una complicación respiratoria se convirtieron en sus primeras víctimas mortales.
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Si bien, ambos casos fueron notificados al sistema de vigilancia epidemiológica para la vacunación y medidas de control, el Gobierno ordenó una alerta epidemiológica a nivel nacional para que todos los servicios de salud estén atentos a casos sospechosos que podrían presentarse.
Debido a que la difteria se trasmite principalmente a través del contacto físico con una persona infectada, la cual puede contagiar a través de las gotículas que salen despedidas de su nariz o su boca al toser, estornudar o hablar; te damos a conocer cuáles son las edades de riesgo que están propensas a contraer este mal.
EDADES DE RIESGO
La difteria afecta principalmente a la faringe y además de provocar fiebre, debilidad, dificultad respiratoria, así como dañar otros órganos, puede ser mortal en el 10% de los pacientes, siendo los más propensos:
Niños menores de 5 años
Este mal causado por la bacteria Corynebacterium diphtheria es peligroso en niños menores de 5 años, aumentando la tasa de mortalidad en el este grupo a 20%, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Los pequeños de la casa son más propensos a contraer enfermedades infecciosas debido a que sus organismos son frágiles. Sin las vacunas necesarias, un niño corre el riesgo de enfermarse gravemente e incluso dejar de existir.
Adultos mayores
La difteria también afecta con especial fuerza a los adultos mayores, pues a medida que envejecen, su sistema inmunitario se debilita y les es más difícil combatir las infecciones, por lo que se vuelven más propensos a contagiarse de enfermedades que los pueden llevar hasta la muerte.
Quienes se encuentran en esta edad de riesgo y sufren de diabetes, problemas cardiacos o pulmonares, son más proclives a contraer males, por lo que deben vacunarse nuevamente.
Otros grupos
Adicional a ellos, también hay otro grupo de personas que deben tener especial cuidado con esta enfermedad infecciosa.
- Niños y adultos que no tienen las vacunas al día
- Mujeres embarazadas, quienes deben vacunarse con el fin de proteger a sus futuros bebés.
- Las personas que viven en condiciones insalubres o de hacinamiento.
- Ciudadanos que padecen malnutrición, precisó el portal Rady Childrens del Hospital San Diego.
¿Y EN PERSONAS ADULTAS?
Es muy raro el desarrollo de la difteria en personas adultas; sin embargo, aún no es muy clara la literatura médica sobre la posibilidad de convertirse en portadores asintomáticos de la bacteria.
“Se ha visto muy pocos casos en adultos, pero tampoco está muy claro si los adultos podemos ser portadores crónicos, por eso se está buscando a los familiares cercanos o contactos directos a la menor que dio positivo por la infección”, señaló a Andina el jefe del Centro de Epidemiología del Ministerio de Salud, Luis Rodríguez.
VACUNAS CONTRA LA DIFTERIA
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, existen 4 vacunas que incluyen protección contra la difteria:
- La vacuna DTaP protege a los niños pequeños contra la difteria, el tétanos y la tos ferina.
- La vacuna DT protege a los niños pequeños contra la difteria y el tétanos
- La vacuna Tdap protege a los preadolescentes, adolescentes y adultos contra el tétanos, la difteria y la tos ferina
- La vacuna Td protege a los preadolescentes, adolescentes y adultos contra el tétanos y la difteria.
CÓMO AFECTA LA DIFTERIA
La difteria es una enfermedad que afecta las vías respiratorias superiores: garganta, faringe, laringe, rara vez compromete la tráquea. De preferencia se presenta en niños.
La toxina de la difteria se puede diseminar por el torrente sanguíneo y dañar el músculo cardíaco, lo que causa complicaciones como la miocarditis, que puede ser leve o grave.
En el caso de los nervios, la toxina puede lesionar los nervios de la garganta, esto genera complicaciones para digerir alimentos. Los nervios de los brazos y las piernas también se inflaman, lo que produce debilidad muscular.