Suzanne Hoylaerts, ciudadana belga de 90 años perdió la vida por (COVID-19) tras realizar un último acto de amor al prójimo. Esta longeva mujer rechazó usar un respirador artificial, su último deseo fue que este equipo sea utilizado en alguien más joven.

Todo ocurrió en el pueblo belga de Binkom, donde esta anciana fue hospitalizada tras ser diagnosticada por Covid-19. De inmediato, por lo avanzado de su edad su estado se empezó a complicar y fue aislada. Ante esta situación los doctores le indicaron que iba a tener que usar un respirador artificial, pero grande fue su sorpresa cuando Suzanne se negó.

“No quiero usar respiración artificial. Guárdala para los pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida”, fueron las últimas palabras de esta mujer, según indica FoxNewx.

El pasado 22 de marzo la vida de Suzanne Hoylaerts se apagó tras no poder resistir más sin oxigeno en su organismo.

Bélgica ya suma más de 700 muertes a causa del COVID-19 y alrededor de 12 700 casos de infectados por este virus.

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