Allan Wagner fue el reemplazo de la renunciante Elizabeth Astete, una de las personas que recibió una dosis de Sinopharm. (Foto: GEC)
Allan Wagner fue el reemplazo de la renunciante Elizabeth Astete, una de las personas que recibió una dosis de Sinopharm. (Foto: GEC)

El canciller Allan Wagner aseguró que el pedido de 2 mil dosis de la vacuna contra el coronavirus (COVID-19) que el laboratorio Sinopharm envió al Perú en el 2020 para el equipo vinculado a los ensayos clínicos fue definido por el Ministerio de Salud y la Universidad Cayetano Heredia, mientras que la Cancillería fue solo un “conducto”.

Esto, al precisar la explicación que brindó ante el Congreso este viernes la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, al señalar que el pedido de las 2.000 dosis fue hecho por la Cancillería al laboratorio chino y luego enviadas a la Cayetano Heredia.

“Es una versión distorsionada, porque la empresa Sinopharm ofreció un lote impreciso de dosis para que se protegiera al equipo que iba a conducir la prueba clínica amplia. Este ofrecimiento de Sinopharm fue trasmitido por nuestra embajada en Beijing a la Cancillería, quien lo puso en conocimiento de la comisión multisectorial y particularmente de la Universidad Cayetano Heredia y el Ministerio de Salud”, dijo en declaraciones a RPP.

“Fueron la Universidad Cayetano Heredia y el Ministerio de Salud los que acogieron este ofrecimiento de Sinopharm y determinaron el número de dosis que se requerían. Concretamente fue el Minsa el que señaló que se requerían 2 mil dosis”, indicó.

Cabe precisar que estas 2 mil vacunas fueron parte del lote de 3.200 que Sinopharm remitió al Perú, de las cuales 1.200 fueron para el personal de la embajada de China en Perú, mientras que el resto fueron utilizadas para inocular a personas como Martín Vizcarra, su esposa Maribel Díaz, su hermano César Vizcarra y las exministras Pilar Mazzetti y Elizabeth Astete, entre otros funcionarios implicados en el caso ‘vacunagate’.

“Esta decisión del Minsa fue trasmitida a la empresa Sinopharm a través de la embajada de Perú en Beijing, actuando simplemente como conducto”, añadió, para reiterar que la iniciativa del pedido de vacunas no fue de la Cancillería. “La Cancillería en este tema actuó exclusivamente como conducto entre un ofrecimiento y las dos entidades involucradas (Cayetano Heredia y Minsa)”, destacó.

Allan Wagner concluyó indicando que las investigaciones deberán ser las que determinen por qué Sinopharm hizo este ofrecimiento que fue aceptado por el Minsa y la Universidad Cayetano Heredia.

“Eso es lo que hay que investigar. Yo he escuchado opiniones en el sentido que no es usual que los laboratorios que están en negociaciones con estados orezcan estas cantidades de dosis adicionales, pero en fin, eso lo hizo Sinopharm y el objetivo era proteger al equipo que se iba a encargar de la prueba clínica”, comentó.