A Yordy Reyna lo quieren en la Videna, pero Jéfferson Farfán lo engríe, lo abraza, le bromea y le aconseja. Son aliancistas de corazón y en la cancha parecen tener la misma "chispa" goleadora. Por eso ayer las metieron todas en la práctica de definición con la selección peruana.
Escribe: Emanuel Espinoza Tamayo
Desde el inicio de los trabajos, cuando trotan alrededor del campo, Reyna busca a su "padrino". La "Foquita" lo abraza constantemente y le habla cerca al oído. La "Magia" estalla en carcajadas y la felicidad es desbordante en ambos.
Ya cuando los trabajos se hacen intensos, ambos se entregan al máximo sin distracciones, aunque siempre Farfán se da un instante para aconsejar a Reyna en mejorar sus movimientos.
Es así que, cuando llegó la hora de hacer ejercicios de definición, Farfán va primero y Reyna lo mira atento. El delantero del Schalke 04 empalma el balón con el borde externo del pie derecho y anota. El aliancista lo aplaude e inmediatamente es su turno. Trata de imitar a su maestro en la forma de darle al esférico y también marca, por lo que la "Foquita" lo persigue durante algunos segundos para agarrarlo "patadas", mientras celebran la cuota goleadora que han mostrado.
Motivación total
Y así se pasaron durante todos los trabajos de definición. Ningún arquero podía pararlos y ellos se motivaban cada vez más. Los goles llegaban y al final la "Foquita" se tomó un par de minutos para darle los últimos consejos de cómo pegarle al arco para marcar ante Ecuador y, tras un abrazo de hermanos, caminan hacia los vestuarios.