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La FIFA envió al país al comisario chileno Alfredo Asfura, para que ejecute el castigo que recae sobre la FPF de jugar el partido con Bolivia a puertas cerradas.
Por eso ayer se desarrolló la reunión técnica, con la presencia del árbitro paraguayo Enrique Cáceres y sus asistentes Juan Zorrilla, Eduardo Cardozo y Mario Díaz de Vivar, además del inspector venezolano Adrián Gómez. Por el lado peruano asistió el jefe de relaciones públicas de la FPF, Enrique Mayor Ocharán.
Se determinó que 1,200 policías custodiarán el evento y que ingresen, además de los dos planteles y los árbitros, la prensa especializada, tres directivos de la Federación Boliviana de fútbol y el directorio de la FPF, nadie más. El estadio recibió el visto bueno.