Es probable que su nombre haya sonado más cuando sucedió el escándalo del Instituto de Entrenadores de la FPF, que Manuel Burga bautizó como Alfonso Huapaya, y que según las autoridades judiciales funcionó en forma ilegal. Sin embargo, Huapayita, como lo conocían sus íntimos, no necesitó de ese caso para ser reconocido. Fue un excelente entrenador y un hombre apasionado del fútbol, ya que en la década del 50 se ploclamó en el primer técnico campeón del balompié profesional con Sport Boys, además de haber desempeñado esa misma función en otros equipos más e incluso en la selección. Y así será recordado, ya que ayer dejó de existir, a los 95 años de edad, en su casa de Chaclacayo. Y hoy se le dará cristiana sepultura. Hagamos un minuto de silencio por él.