Escribe Alexandra Salgado Oliver
La localía pesa. Ayer el coliseo Eduardo Dibós vibró con un dramático partido que fue no apto para cardiacos. Nuestra selección peruana logró su segunda victoria en el Mundial Sub-18 al vencer en un partido infartante a su similar de México por 3-2 (22-25, 25-18, 21-25, 25-14 y 15-11). En líneas generales, Perú tuvo momentos de buen vóleibol y otros para olvidar.
En el primer set, el sexteto peruano tuvo un gran bajón que le costó el parcial. El profesor Walter Lung pedía a sus dirigidas tranquilidad y entrega; y eso el equipo lo logró con la entrada de Nicole Abreu, que pese a estar lesionada entregó todo en la cancha.
En el segundo set, se vio a un Perú mucho más ordenado, pero igual sufrieron el ataque fulminante de las mexicanas.
Para el tercer set, Perú mejoró en su bloqueo, pero no bastó con la defensa. En ambos aspectos, México era muy fuerte. La presión de ser local le jugaba una mala pasada a nuestras chicas; se fallaba en el servicio. El set fue mexicano.
Agarraron viada
En el cuarto set, el sexteto nacional pisó la cancha con otra dinámica, y mucho más sereno. El ‘profe’ Lung le pedía a su grupo más velocidad. Tras un buen bloqueo de Diana de la Peña, Perú empezó a mejorar y a ser agresivo en el ataque. El set fue nuestro, y con el empate quedaba el quinto y último parcial.
Y es que este último set fue el más infartante; ambos equipos no daban su brazo a torcer. Esta vez Maricarmen Guerrero, Leslie Leyva y Katherine Reagalo pusieron garra para sumar punto tras punto.
Los último fueron decisivos, ya que se había empatado 11-11. Tras serenidad, garra y coraje, finalmente nuestra selección se llevó el partido.
Hoy nuestras chicas jugarán con el imponente Corea del Sur a las 7:10 p.m. en el coliseo Eduardo Dibós de San Borja.
Cabe resaltar, que las surcoreanas perdieron ante China Taipéi por 3-2 (23-25; 25-20; 25-22; 12-25; 15-13) en 1 hora y 48 min.
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