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Novak Djokovic, partidario de una remodelación de la Copa Davis, creada hace 116 años, propuso inspirarse en la organización de un Mundial o de una Eurocopa de fútbol, este miércoles desde Wimbledon.

'Creo que lo mejor es revisar la fórmula inspirándose en lo que se hace para la Eurocopa o el Mundial de fútbol. Debería organizarse en dos semanas, todos los años o cada dos años, creando cuatro grupos (de varios equipos). Los cuatro primeros se clasificarían para el play-off', afirmó el número 1 del mundo después de su victoria en tres sets contra el francés Adrian Mannarino en segunda vuelta.

'Eso haría la competición más interesante para los jugadores pero también para los espectadores, los medios, los patrocinadores, para todo el mundo', añadió el serbio Novak Djokovic.

Varios proyectos están en estudio para remodelar la competición, que Novak Djokovic conquistó en 2010 con su país. El Comité de la Copa Davis propuso que la final se dispute en terreno neutral, lo que será sometido al voto el año que viene, y que en todo caso no entraría en vigor hasta 2018.

La tercera jornada de se saldó con el final de la aventura del británico Marcus Willis ante el suizo Roger Federer, que está a una sola victoria de las 150 en hierba, y la marca de 30 partidos ganados de forma consecutiva por el serbio Novak Djokovic en el Grand Slam, tras imponerse al francés Adrian Mannarino, récord desde que comenzó la Era Open.

Roger Federer no tuvo compasión de Willis, o si la tuvo fue cuando ya el partido estuvo en sus manos. El hombre que ha llenado portadas esta semana por su clasificación y por llegar a la segunda ronda de Wimbledon, siendo el 772 del mundo, cedió ante el de Basilea por 6-0, 6-3 y 6-4, en una hora y 25 minutos.

Roger Federer, que nunca ha perdido un partido contra un jugador de tan bajo ránking -sólo ha cedido uno contra alguien situado entre los 250 primeros, el español Sergio Bruguera en Barcelona en 2000- se tomó el encuentro con tranquilidad y sonrisas, y aceptó de buen grado los cánticos que los seguidores británicos dedicaron a Willis.

Siete juegos consecutivos encajó Willis hasta que casi después de 30 minutos alzó los brazos como si hubiera ganado el partido, al hacerse por primera vez con su servicio. Luego, tras el 2-1 tuvo que recibir masaje en el hombro izquierdo.