El exatleta Óscar Fernández Cáceres renunció a la presidencia del Instituto Peruano del Deporte (IPD) luego de que una denuncia periodística diera cuenta de que había contratado a tres de las mejores amigas de su esposa como personal asignado a su despacho.
En el reportaje, emitido por el programa "Punto Final", se recogió el testimonio de la máxima autoridad del IPD quien admitió que las mujeres que él contrató (Paula Abanto, Elizabeth López y Olga Breña) efectivamente son gente allegada a él y a su esposa.
"Son conocidas, son profesionales de mi confianza y el IPD necesitaba gente de confianza. Son conocidas nuestras", dijo Óscar Fernández.
Este hecho irregular le costó la cabeza a quien sucediera en el cargo a Saúl Barrera Ayala, titular del IPD durante el régimen de Ollanta Humala. Antes de él, estuvo otro deportista: Francisco Boza, quien también salió de esa institución salpicado de denuncias por malos manejos y peligrosas relaciones con Martín Belaunde Lossio.