No todo lo que brilla es oro. En los Olímpicos de Beijing 2008, Michael Phelps entró en la historia del deporte al colgarse ocho medallas de oro en 200 metros libre, 100 metros mariposa, 200 metros mariposa, 200 metros midley, 400 metros midley, 4×100 libre, 4×200 libre, 4×100 midley, sin embargo su vida no fue lo que muchos pensaron. El nadador admitió que sufrió de una fuerte depresión que lo llevó a pensar en el suicidio.
"No quería nadar más, ni siquiera quería vivir más (…) Entonces pensamos en el suicidio. Nunca he estado tan mal, he estado encerrado en mi habitación durante tres o cinco días, sin comer, apenas durmiendo, sin ganas de vivir", detalló Michael Phelps durante una conferencia de prensa en la que dio detalles de su vida personal y lo que tuvo que afrontar.
Diez años más tarde, Michael Phelps brindó una entrevista a CNN en donde reconoció que siguió una terapia para poder superar su depresión y hoy en día ayuda a las personas para superar un mal momento. "Creo que hay que entender que está bien no estar bien. Me comunico. Eso es muy importante porque sé cuando entro en una etapa de encierro. Ese es un momento angustiante. Tengo la mejor esposa del mundo. Es mi todo, es mi cable a tierra y me ayuda todos los días", explicó.
Sin embargo, Michael Phelps reconoce que tras haber superado la fuerte depresión y seguir con una terapia, no implica que en algún momento pueda atravesar una crisis. "Hace dos o tres semanas, atravesé una depresión bastante fuerte. Esto es algo que va a continuar pasando en mi vida. Pero cuanto más aprenda de mí mismo, entienda por qué atravieso por determinadas situaciones y pueda utilizar mejor mis defensas, mi vida será mejor, más excitante".
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