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Desde la tribuna, Ricardo Quimper hace tronar los dedos con ese ímpetu que hacen los apasionados de la fiesta del turf. Es el dueño de Gautier, pero se entusiasma tanto como aquél aficionado que le jugó un boleto. Es su forma de contagiarle fuerza. El caballo venía desprendiéndose de sus dos únicos rivales, Spicer Boy y Rajman. El Clásico Mariano Ignacio Prado (G3 2.000 m) estaba servido. Gautier era una fija, aun cuando algunos postulen la teoría de que no hay caballo fijo hasta que no se termine la carrera. Pero aquí, Gautier podía perder por lesión o si una mala pisada lo sacaba al jockey de la montura. "He tenido buenos caballos, como Duque de Enghien, pero creo que este es mucho más", dice Luis Químper, su entrenador. Razón no le falta. La pregunta que queda en el tintero es si la ruta de Gautier será la misma de Duque de Enghien. Es decir, venderlo al exterior. "Mientras no llegue ninguna propuesta oficial, el caballo seguirá aquí". Esto nos dice, de momento, que habrá Gautier para rato. Con lo de hoy, elevó a 6 sus triunfos en igual número de presentaciones y 50 1/2 cuerpos de separación en total. Suficiente? Bueno, les va la yapa: 2min06s0 para 2.000 metros en arena pesada. »Sin un palo "Tengo prohibido dejar fuera de poste a mis rivales", dice riéndose Juan José Enríquez, el jinete de Gautier. Y es que parece mentira que el caballo haya estirado 8 1/2 cuerpos sin recibir un solo fustazo. "Gautier es un gran caballo y este ha sido un gran año, el mejor de todos en mi carrera", complementa el jockey. No miente.///
