Los más de 8 minutos de diferencia que llevaba sobre José Luis Tommasini permitían a Raúl Orlandini Griswold afrontar la sexta y última etapa de Caminos del Inca con tranquilidad.
ESCRIBE: RUBÉN MARRUFFO
El ‘Mono’, como ha sucedido casi siempre con todos los ganadores de Caminos del Inca, no corrió pensando en ganar la etapa, sino en llegar a Lima con el mejor tiempo acumulado para las 6 etapas del Gran Premio.
En el especial entre Acostambo y Huancavelica, se ubicó cuarto, detrás de Nicolás Fuchs, Eduardo Castro y José Luis Tommasini, pero manteniendo una ventaja de 7 minutos en el acumulado, que serían determinantes.
Además, en el segundo especial, Tommasini bajó dos veces llantas y sentenció el destino de la carrera. Orlandini solo necesitaba llegar a Humay para proclamarse ganador de Caminos del Inca por cuarta vez (2010, 2011, 2016 y 2017).
Este triunfo lo deja a una victoria de igualar a su padre Raúl Orlandini Dibós, quien ganó el Gran Premio en 1992, 1993, 1994, 2003 y 2005. Además, con un triunfo más, el trofeo Challenger que se disputó en su nombre quedará para siempre en la familia Orlandini.
Muy feliz
"Quiero agradecer a todo el equipo mecánico que me acompañó a lo largo de la ruta. Hicieron un trabajo espectacular que nos permite celebrar un nuevo triunfo", sostuvo el ‘Mono’."La verdad que ha sido una semana muy buena de carrera, que felizmente pudo acabar con un triunfo", finalizó.