aún no terminaba de creer lo que le había ocurrido. Era setiembre del 2018 y corría el hasta que cayó en una desgracia. Su vehículo, herramienta que le permitía realizar lo que tanto amaba, se incendió llevándose sus sueños y proyectos con miras a este 2019.

Escribe: Pamela Ríos

Sin embargo, el apoyo de su familia y amigos hicieron que este mal capítulo pase y vuelva nuevamente a la pista, coja el timón y acelere a fondo. Fuchs conversó con EL BOCÓN y reveló aún tiene sentimientos encontrados, pese haber conseguido dos títulos y una excelente participación en el de este año.

¿Cuál es tu balance del año tras ganar el título del Campeonato Argentino y Sudamericano del RallyCross CARX?

Estoy muy contento. Era una nueva experiencia para mí, una nueva modalidad en la que nunca había participado. No sabía cómo me iba a ir, ni cómo afrontarlo. Estoy acostumbrado a competir solo, como en el Dakar. El RallyCross CARX tiene mucho roce, choques. Además, empecé la competencia con una carrera menos, producto de la lesión en la muñeca que me provocó el Dakar. Con mucho esfuerzo, logré sumar el puntaje necesario y en la penúltima carrera del año me puse puntero.

¿Qué fue lo que más te costó en estas competencias?

Aprender cómo era el puntaje. Acá cada competencia te da un puntaje diferente, dependiendo del puesto en el que llegues. Lo más importante no es ganar todas las carreras. La clave está en quedar a lo mucho tercero o cuarto para sumar una buena cantidad de puntos.

Empezaste el 2019 con un mal episodio...

Para mí, el 2018 fue un año para el olvido. Tuve muchos problemas, se me quemó el auto, tuve que dejar el Dakar Series, no gané nada. Fue un año complicadísimo. Sin embargo, agradezco demasiado a todos los amigos que vinieron desde distintas partes del mundo y trabajaron conmigo desde las 8 a.m. hasta las 10 p.m., incluso durante fiestas. Ellos me permitieron llegar al Dakar este año, pues si bien en esta competencia no acabamos como quería producto de un accidente que tuve faltando 2 días para la final, terminamos en el puesto 16, que es el mejor resultado de un peruano en toda la vida del Dakar.

¿Qué sentiste cuando se quemó tu camioneta?

Cuando se me quemó la camioneta, no quería correr más autos. Estuve un mes incomunicado, porque se me quemó el teléfono, la billetera, todo, y dije “no, ya basta de esto”. No quería saber nada más de los autos. Pero finalmente me repuse, corrí el Dakar y ahora afronté este nuevo campeonato.

¿Por qué no participaste de Caminos del Inca?

No, y fue por un problema que tuvo la Federación. Si participaba, me penalizaban y me quitaban la licencia. Con ello, no hubiese podido correr el Sudamericano, así que decidí no hacerlo. Una pena porque se corre en el Perú y no fue mi culpa, sino de las entidades. Es una competencia ícono de la cual me hubiese gustado ser parte. Eso golpea además bastante al presupuesto.

¿Qué fue lo mejor de tu año?

Darme cuenta qué personas estarán para mí siempre y hacer un Dakar con un equipo 100% peruano. Porque después, si bien tuve un año bueno en cuanto a resultados de carrera, en la parte monetaria ha sido muy duro. Aún me tengo que reponer de lo que ocurrió el año pasado. Se me quemó un equipo de 350 mil dólares y tengo muchos años más para seguir pagando. Además, no correr Caminos del Inca hizo que perdiera sponsors, marcas, y fue por errores de otros, no míos.

¿Qué se viene para ti el 2020?

Me gustaría regresar al Mundial de Rally, pero aún está muy lejos. También tengo el Campeonato Argentino de Rally. Acá no hay aún nada cierto y da un poco de rabia no correr en tu país. Además seguir reponiéndome del 2018, pues emocionalmente aún no estoy bien al igual que en las inversiones.