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Escribe: Rolando Rodríguez Orellana
Creer que David Zegarra ha dejado de ser un excelente pugilista por participar en el programa televisivo Combate, suena a exageración y desconocimiento. Exageración porque la "Pantera" Zegarra aún sigue siendo el campeón Latinoamericano de la categoría Súper Welter. Desconocimiento porque trabajar un año en Combate no tiene comparación a la lucha de toda una vida frente a rivales tan inclementes como el hambre y el frío.
Y es que, en realidad, los pesares que ha sobrellevado Zegarra son muchos más grandes y difíciles que una competencia frente a Christian Domínguez o Mario Hart.
"Yo trabajo desde muy pequeño porque en mi casa nunca sobró nada. Somos gente humilde de Villa El Salvador, que sabe lo que es acostarse en un colchón tan incómodo como una piedra, que sabe qué es hambre y frío", son las primeras palabras de Zegarra al preguntarle sobre la dureza de trabajar en Combate.
Trabaja desde niño
"Ya tengo 12 años en el boxeo y he realizado trabajos durísimos para mantenerme en mi carrera y sacar adelante a mi familia. Es cierto que trabajar en un programa de televisión es desgastante, pero después de lo que yo he pasado, creo que todo es mucho más fácil", agrega.
El aparecer en televisión y ser tan reconocido como Zegarra no solo genera fama y popularidad, sino también críticas, vinculadas, sobre todo, a su falta de profesionalismo.
"Me encantaría solo dedicarme al box. Si me dijeran que tengo los suficientes medios económicos para solo boxear, no dudaría un segundo en renunciar a todo, pero, por el momento, no los tengo, así que debo seguir trabajando. Sé que trabajar en televisión se presta a críticas, pero yo trato de sobrellevarlas y trabajar en lo mío en el tiempo que tengo, con mucho profesionalismo", expresa Zegarra.
El ampay
Pero no solo las críticas han sido enemigos de Zegarra, sino también un ampay que pudo haber afectado los cimientos de su familia.
"Lo del ampay fue un pequeño tropiezo en mi vida y en la de mi familia. Lo que queda es darle vuelta a la página y evitar este tipo de cosas que puedan afectar a los míos. Con esto me he dado cuenta de la gente que me apoya, de los compañeros que tengo al lado, y de todo lo que me brinda mi familia", aseguró David.
Después de la tormenta, la "Pantera" solo piensa en el boxeo y en llenar de orgullo a sus seres queridos.
"Mi hija Dayana, de solo tres añitos, me habla de las peleas y de qué debo hacer, es por ella y por mi esposa que me esfuerzo tanto. Con Ana Cecilia (su esposa) creemos que nuestra hija nos va a salir boxeadora", expresa entre risas.
La pelea que viene
La "Pantera" se enfrentará a un rival conocido este sábado en el Miguel Grau del Callao. Se trata de Emilio Julio, a quien ya logró derrotarlo el año pasado, pero que es un duro contendor, que intentará complicarlo y, si puede, robarle el título al pugilista peruano.
"Ya conozco muy bien el estilo de pelea del colombiano (Emilio Julio) y sé que es muy fuerte y hábil. Solo debo ser inteligente y seguir entrenando para ganarle este sábado. Me vengo preparando desde hace mucho, claro que en las últimas semanas se incrementa el trabajo", aclara Zegarra.
El número uno
El sueño de David es ser el mejor del mundo y espera que esto no dilate mucho tiempo, y si es que esto ocurre, probablemente deje Combate.
"La temporada con Combate ya está por terminar. Lo importante, más allá de todo, es cumplir mi sueño de ser el número uno en el mundo, y darle un orgullo a mi país", concluye la entrevista Zegarra, quien en cada palabra y mirada expira no solo entusiasmo sino también hambre de gloria, que de seguro, muy pronto alcanzará.
