Una jugada despertó la atención de hinchas, jugadores y hasta árbitros del encuentro entre Manchester United y Liverpool por la final de la International Champions Cup. Corría el minuto 64' y Wayne Rooney puso el 3-1 tras el que parecería ser un 'blooper' del golero belga Simon Mignolet.
Qué pasó? El lateral Chris Smalling envió un centro con mucho efecto que se iba por arriba del travesaño. Mignolet dejó pasar la pelota con cálculo matemático y el balón pegó en la escuadra exterior que forman los arcos portátiles que se usan en Estados Unidos, retonó al campo y Rooney marcó con el arco descubierto.
El juez principal había validado el gol, pero fue informado por su asistente, quien pareció haber visto la repetición en algún monitos, e invalidó la jugada. Rooney, con una sonrisa cómplice, no hizo ningún reclamo.