Luego de la eliminación de la selección de Nigeria de Rusia 2018, el volante John Obi Mikel hizo una escandalosa denuncia. El jugador africano reveló que horas previas al duelo ante Argentina fue alertado que su padre estaba secuestrado y que si hablaba sobre ello lo matarían instantáneamente.
“Recibí una llamada cuatro horas antes del inicio para contarme qué había pasado. Me dijeron que matarían instantáneamente a mi padre si informaba a las autoridades o se lo contaba a alguien”, contó Mikel a The Guardian.
“Jugué mientras mi padre estaba en manos de bandidos. Tuve que suprimir el trauma. Estaba emocionalmente angustiado y tuve que tomar una decisión sobre si estaba mentalmente listo para jugar. Estaba confundido. No sabía qué hacer pero, al final, supe que no podía dejar 'tirados' a 180 millones de nigerianos. Tuve que apartarlo de mi cabeza e ir a representar a mi país primero”, agregó el capitán de las 'Águilas Verdes'.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) 3 de julio de 2018
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