Crédito: Edmir Espinoza Hermoza. Nunca antes los defensores fueron tan protagonistas como en el Mundial Brasil 2014. En un tiempo en el que evitar goles es tan importante como anotarlos, los entrenadores pusieron especial énfasis en consolidar sus líneas defensivas con diversas estrategias.
David Luiz, Diego Godín, Rafael Varane, Piliph Lahm y Rafael Márquez fueron solo algunos de los zagueros que demostraron que defender puede ser también un arte, y colaboraron en gran medida a que sus selecciones avancen en la carrera por el título.
Defender por vocación
Si en los equipos finalistas ciertos zagueros destacaron como estrellas de sus equipos, en selecciones más modestas fue el orden táctico y la concentración lo que les permitió avanzar en el torneo. Así, Costa Rica, Grecia, Argelia y Colombia demostraron que para defender bien no es necesario contar con figuras rutilantes.
Pero así como elogiamos el talento y el orden de ciertos equipos, es cierto que otras grandes selecciones optaron por retrasar a sus equipos y amurallar sus arcos, en busca de neutralizar los ataques rivales, aunque a la larga esto terminó por hacer ciertos partidos de las instancias finales deslucidos y poco dinámicos.
Sea para bien o para mal, en Brasil 2014 quedó demostrado que las zagas se han convertido en el principal soporte de un equipo.