El técnico de Alemania, Joachim Löw, tiene una 'sucia' costumbre. Y es que se hurga la nariz víctima del nerviosismo o simplemente por proponérselo conscientemente, se hurga la nariz .
Hora, tras el partido entre Alemania y Portugal por el Mundial Brasil 2014, el entrenador le dio la mano a Cristiano Ronaldo, quien no advirtió dónde había puesto sus dedos el alemán y, con confianza, se la estrechó con respeto.
La acción transcurrió y el entrenador teutón siguió con sus costumbres.