Brasil perdía 1-0 frente a Croacia en el partido inaugural del Mundial y los ánimos no eran los mejores entre los jugadores de la 'canarinha' que no podían vulnerar la dura marca del cuadro europeo.
Una mezcla de impotencia y enojo se apoderó al parecer de Neymar, pues en una jugada a los 26' le metió un codazo a Luka Modric cuando ambos se alistaban a saltar para cabecear un balón.
Tras ver que el volante croata se acercaba, Neymar lo mide y luego saca el brazo que logra impactar a su rival. Cuando parecía que se venía la tarjeta roja, el árbitro japonés Yuichi Nishimura le sacó tan solo la amarilla, la primera del partido y del Mundial.