Cientos de alemanes residentes en Lima se reunieron en el Club Germania para ver, en una pantalla gigante, disputar a su selección la final del Mundial ante Argentina.
Con cerveza en mano, banderas y bufandas, los hinchas alemanes sufrían con cada jugada durante el partido. Hasta que un gol en el segundo tiempo suplementario de Mario Götze terminó por desatar la fiesta.
No hubo tiempo para ver la repetición, solo para celebrar. Hundidos en un abrazo inmenso, el llanto de felicidad se apoderó de los alemanes. Gritos como "¡Somos campeones!" o "Olé olé olé, Deutchsland" se escucharon cada vez más con mayor intensidad.
Tras el pitazo final, no hubo nada más que un mar humano con los colores de la bandera alemana. La cerveza y la música acompañaron el festejo, que duró hasta las últimas consecuencias. La cuarta estrella es de Alemania.