El Zibo Cuju, de la Segunda División de China, fue noticia este fin de semana luego que el millonario He-Shihua, dueño del club, obligara al entrenador del equipo a poner a su hijo.
Lo increíble es que el hijo del dueño del club pesa nada menos que 126 kilos y además el técnico tuvo que darle la responsabilidad de ser el cobrador de los tiros libres y penales.
El millonario asiático de 35 años, He Shihua, entró hace poco al equipo chino para darle respaldo económico, pero decidió obligar a poner a hijo que se encuentra muy lejos de tener un físico de deportista profesional.
Zibo Cuju se encuentra último en el torneo y luego de cinco fechas disputadas solo tiene un punto en la tabla de posiciones con dos goles a favor y 10 en contra.