Sí, es cierto. Césare Prandelli admitió que el de hoy era un amistoso que no quería jugarlo. Evitar las críticas y acrecentar la presión hacia sus dirigidos, a pocos meses de la Copa del Mundo, eran razones suficientes como para que la selección italiana no haya querido estar esta tarde en el Vicente Calderón, de pie frente al once de Vicente del Bosque, corriendo noventa minutos con la obligación de sacar una nota sobresaliente ante España, la vigente campeona del mundo.
Pero ya obligado, a Prandelli solo le queda motivar a su equipo con el oportunismo de la revancha. Y es que España le propinó una paliza de 4-0 en julio de 2012 en la final de la Eurocopa, dejando a la Italia de Balotelli en completo ridículo.
En junio de 2013, otra vez se impuso España, aunque esta vez en la final de la Copa Confederaciones y con un marcador más reñido: tras igualar a cero en el tiempo reglamentario, los de Vicente del Bosque vencieron en penales.
Le toca a Diego Costa
Ante la ausencia de Fernando Torres, Roberto Soldado y Fernando Llorente, Del Bosque optó por apurar el debut de Diego Costa, hace unos meses retrasado debido a una lesión. El hispano-brasileño, después de renunciar a jugar con su selección (Brasil), se perfila como titular y tendría la oportunidad de debutar con la Roja, y ni más ni menos que en el Vicente Calderón, estadio donde más éxitos está teniendo con el Atlético de Madrid, su casa.
Italia sin De Rossi
La principal novedad en el equipo de Césare Prandelli será la ausencia de De Rossi. El centrocampista de la Roma le propinó un puñetazo en pleno partido a Mauri Icardi y, aunque el árbitro no lo vio, el seleccionador italiano lo ha desconvocado por comportamiento poco ético.
Italia, como siempre, dependerá de la lucidez de Andrea Pirlo y de lo que puedan hacer Balotelli y Gilardino en el ataque.