El técnico de la selección brasileña, Tite, se negó el lunes a “juzgar” la denuncia de violación que una mujer presentó contra el delantero Neymar, que atribuye las acusaciones a un intento de extorsión.
“Entiendo la importancia del asunto, su real dimensión. Y también sé que es un asunto personal, es preciso un tiempo para que las personas puedan juzgar los hechos. Yo no voy a permitirme juzgar los hechos”, afirmó el DT desde Teresópolis, a 100 km de Río de Janeiro, donde la selección entrena para la Copa América 2019.
Representantes de la comisaría de Combate a los Delitos Informáticos de Río de Janeiro fueron hasta la concentración de la Canarinha este lunes, según la prensa brasileña, para acordar con el delantero a declarar esta semana.
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“No tenemos los hechos lo suficientemente claros. Solo el tiempo puede dar esas respuestas”. “La selección está por encima de todos”, añadió Tite, que enfrentó numerosas preguntas sobre el caso y aseguró: “En los tres años que tengo de convivencia con Neymar, los asuntos personales que tratamos siempre fueron leales y verdaderos”.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) está recibiendo asesoría jurídica para auxiliar al jugador y “resolver el caso lo más rápido posible, para que el atleta esté con la cabeza tranquila para la Copa América”, informó Edu Gaspar, coordinador técnico de la selección.
El escándalo estalló la tarde del sábado, cuando medios locales publicaron una denuncia realizada la víspera por una mujer brasileña a la policía en Sao Paulo que acusaba al atacante de forzarla a tener relaciones sexuales sin su consentimiento tras invitarla a mediados de mayo a un hotel de París.
La Secretaría de Seguridad paulista confirmó que fue registrada una denuncia, pero que toda la información referente al caso es secreta.
Neymar está entrenando en Teresópolis junto a sus colegas de la selección. La Copa América se llevará a cabo en Brasil del 14 de junio al 7 de julio. El miércoles, los pentacampeones mundiales jugarán un amistoso contra Catar, en Brasilia.
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El escándalo llega en un momento delicado para Neymar, a quien su encontronazo con un hincha tras la derrota del PSG en la Copa de Francia le costó no solo tres partidos de suspensión, sino también perder el brazalete de capitán del 'Scratch', que Tite decidió ceder a Dani Alves.
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