Cuando corrían 36 minutos del primer tiempo entre Real Madrid y Rayo Vallecano, Gareth Bale tuvo la chance clara para poner el segundo gol madridista.
Sin embargo, el delantero galés se 'marcó' a si mismo y tropezó con su propia pierna cuando iba a rematar dentro del área rival.
El jugador terminó en el suelo y la pelota fue despejada por la defensa.
Fuente: ESPN