La lesión del pasado 4 de febrero quedó en el olvido para James Rodríguez, el colombiano volvió dos meses después como titular y sin dar muestras de haber estado golpeado. La rapidez con la que el '10' blanco se recuperó sorprendió a propios y extraños.
¿El secreto? Una máquina de la NASA, con una tecnología avanzada y que hizo posible que el crack no descuidara su recuperación y pueda realizar trabajo cardiovascular a la vez que se curaba su lesión.
El Alter G Anti-Gravity Treadmill, aparato creado por la agencia espacial de Estados Unidos en 1992 para acelerar la recuperación de los astronautas, fue descubierto como método para mantener activos a los deportistas de alto rendimiento en medio de lesiones que no les permiten entrenar.
"James tuvo una ventaja: mientras se recuperaba de su lesión, hacía trabajo físico. Cuando recibió el alta médica solo necesitó entre ocho y 15 días de fortalecimiento. No fue difícil llevar sus capacidades al nivel en el que estaban antes de la lesión", explicó Juan Carlos Quiceno, coordinador médico del Centro de las Ciencias del Deporte de Coldeportes.
Generalmente la recuperación en el quinto metatarsiano demanda entre ocho y diez semanas para volver a entrenar, pero James a los 59 días ya estaba jugando como si nada le hubiera sucedido.
"La máquina tiene un sistema antigravitatorio en el que las piernas están aisladas del resto del cuerpo, lo que hace que el peso de quien la usa se pueda reducir del 20 al 80 por ciento. Cuando se utiliza la cámara presurizada, que parece una bolsa, el impacto del trote no afecta la lesión que aqueja a la persona", explicó Quinceno a El Tiempo de Colombia.
Kaka, Xabi Alonso, Andrés Iniesta, Rafael Nadal, Pau Gasol y Kobe Bryant ya habían experimentado con el aparato de la NASA y en todos los casos la evolución resultó igual de favorable.
KOBE BRYANT USANDO LA MÁQUINA