Real Madrid y Kashima Antlers juegan por la final del Mundial de Clubes. Luego de que el cuadro japonés se pusiera adelante, los españoles lograron el empate gracias a un penal convertido por Cristiano Ronaldo.
MIRA EL GOL
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Al margen de la novedad de Sergio Ramos, que hoy se entrenó con el grupo por primera vez desde que el equipo llegó a Japón, Zinedine Zidane podría repetir el mismo once que alineó en la semifinal ante el América mexicano (0-2).
De este modo, el Real Madrid aspira a levantar su segundo Mundial de Clubes para cerrar un 2016 casi redondo (se llevó Champions League y Supercopa de Europa y cierra el año como líder en liga), perpetuar su racha de partidos invicto -lleva 36- y acercarse de paso a su archirrival, el F.C. Barcelona, que con tres coronas lidera el palmarés histórico de la competición, creada con el cambio de siglo como sucesora de la Copa Intercontinental.
Al Real Madrid le espera un Estadio Internacional de Yokohama casi repleto, según confirmó hoy la FIFA, y un rival que juega en casa, que ha logrado convertirse en el primer equipo nipón en disputar la final de este torneo, y que mañana encara el partido más importante en la breve historia del fútbol japonés, que se profesionalizó hace poco más de 20 años.
Previsiblemente, el preparador del Kashima, Masatada Ishii, alineará un once muy similar al que jugó en la contundente y sorprendente victoria (0-3) lograda ante nada menos que ante el campeón de la Libertadores, el Atlético Nacional.
Si acaso, Ishii podría sacar de inicio al que ha sido su jugador revulsivo en este torneo y mejor futbolista de la liga nipona este año, Mu Kanazaki.