El Nápoles conquistó su quintaCopadeItalia, tras derrotar hoy por 1-3 al Fiorentina en una final marcada por los graves incidentes previos que se produjeron en las inmediaciones del Olímpico, con tres heridos por arma de fuego, y que obligaron a que comenzase el partido con tres cuartos de hora de retraso.
El equipo de Rafael Benitez tuvo un buen comienzo y la habitual concentración defensiva que le bastaron para quedarse con el título.
Fueron dos goles de Lorenzo Insigne, uno de los integrantes de las jovenes estrellas de italia, que pusieron a los napolitanos arriba en el primer tiempo.
Con media final ganada, el Nápoles retrasó líneas en busca de un contraataque que diese el golpe de gracia, pero pudo ser una temeridad ante un conjunto que se siente seguro con el balón en su poder.
Aupado por la movilidad entre líneas de Borja Valero, por la calidad de Joaquín y Juan Manuel Vargas, el Fiorentina creyó en sus posibilidades. Y así empezó a los 28 minutos cuando llegó el gol del peruano.
El conjunto de Montella incluso, pudo empatar en la última jugada del primer tiempo, porque se le anuló erróneamente un tanto a Alberto Aquilani, El atacante viola remató una falta en posición legal, pero el línea lo anuló, confundido por la situación adelantada del argentino Gonzalo Rodríguez.
Desde el segundo tiempo el Nápoles tapó todo espacio cercano a su área, para desesperación de un rival que no encontró la forma de empatar pese a jugar los últimos diez minutos con uno más, tras la expulsión por doble amarilla del suizo Gokhan Inler.
Aún así, pudo empatar en el 85, si Josip Ilicic hubiese acertado, solo ante Pepe Reina, pero el esloveno cruzó demasiado y agotó las ocasiones de un Fiorentina al que el Nápoles sentenció con un posterior contragolpe de Callejón, que entregó al belga Dries Mertens el honor de certificar el título.