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Mauricio Baldivieso, el hijo del histórico Julio César, se convirtió ayer en el más joven jugador en la historia de la Liga boliviana, al debutar en Primera División con 12 años (cumplirá 13 el 22 de julio). El chico entró también en la historia del fútbol mundial siendo aún un niño, luciendo la camiseta de Aurora (ante La Paz FC.) y teniendo como director técnico a su padre. "Mi papá me dijo que me iba hacer debutar si íbamos ganando, pero las cosas se dieron de otra forma y me hizo ingresar. Sentí el apoyo de él y también del público, les estoy muy agradecido", sostuvo Mauricio. Baldivieso hijo entró a la cancha a los 36 minutos del segundo tiempo. En los más de 10' que estuvo en el terreno de juego tocó cuatro veces el balón, mandó un centro al área que fue controlado sin inconvenientes por el golero Peñarrieta y recibió un patadón por atrás, de Jenry Alaca, que lo hizo salir en camilla y estuvo a punto de provocar un incidente de proporciones. Al borde del llanto el muchachito se recuperó y en medio de los aplausos del público continuó el partido. "Estoy orgulloso, tiene mucho talento", dijo de su hijo Julio César, aunque calificó a Alaca de "criminal y el árbitro peor todavía" porque no amonestó al infractor. Al final, Aurora cayó 1-0 ante La Paz. El rércord lo tenía el peruano Fernando García quien en el 2001 debutó a los 13 años 10 meses con el Juan Aurich en primera división.
