“Era muy difícil hacer algo sin pagar sobornos”: dijo un nuevo testigo del gobierno estadounidense en el juicio FIFA en el que está involucrado Manuel Burga. Un experiodista de la brasileña TV Globo que se transformó en un exitoso empresario, relató el lunes cómo sumó dinero de insaciables exjefes del fútbol de las Américas.
José Hawilla, expresidente de la empresa deportiva Traffic, que poseía derechos de televisivos de la Copa América y la Copa Libertadores, se declaró culpable el 12 de diciembre de 2014 y colabora desde entonces con la justicia estadounidense en el megaescándalo de corrupción de la FIFA, inclusive grabando a escondidas a otros acusados. Es uno de los 42 inculpados en el megaescándalo.
Hawilla, que declaró este lunes en la cuarta semana del juicio FIFA cargando un tanque de oxígeno por problemas de salud, contó cómo su empresa, una de las tres compañías acusadas junto a Full Play y Torneos y Competencias, tenía firmado con la Conmebol un contrato por los derechos de las Copas América 2007, 2011 y 2015.
A cambio, pagaba coimas al entonces presidente de la Conmebol Nicolás Leoz, otro acusado que lucha contra su extradición en Paraguay, y a los exjefes del fútbol de Argentina y Brasil, Julio Grondona -fallecido en 2014- y Ricardo Teixeira, acusado en Estados Unidos pero en libertad en Brasil.
A Teixeira, primero pagó vía cambistas “un millón de dólares (anuales), luego pasó para 1,2 millones, luego a 1,5 millones, después a 2 millones, después a 2,5 millones y luego a 3 millones” de dólares, relató “Jota” Hawilla en la corte.
El jurado debe decidir si tres de los 42 acusados que se declaran inocentes -el expresidente de la FPF, Manuel Burga; el exjefe del fútbol brasileño, José Maria Marín; el exjefe del fútbol paraguayo y expresidente de la Conmebol Juan Ángel Napout- son o no culpables.