Un nuevo derbi español entre Real Madrid y Atlético de Madrid dejó con los crespos hechos a los hinchas de ambas escuadras, pues si uno de los dos sacaba los tres puntos tomaba el liderazgo de la Liga Santander. El elenco de Julen Lopetegui no se pudo cobrar la revancha de la final perdida en la Supercopa de Europa. El jugador que se llevó los flashes fue el delantero Antoine Griezmann, pero por los chimpunes que usó.
Uno de los objetos más preciados por los jugadores profesionales son los chimpunes. Antoine Griezmann no desperdició que se jugaba un clásico más y estrenó unos botines con diferentes dibujos entre los que se podía apreciar una imagen de sí mismo celebrando el título en la Europa League y en la otra una imagen de Francia destacando el nombre de su hija Mia. Increíble.
Alejado de antiguos sufrimientos y con la confianza que le genera un dominio reciente en casa del eterno enemigo, el Atlético de Madrid salió sin complejos a por el Real Madrid. Sin apuros para anular al tridente ofensivo madridista, que se reducía al ímpetu de Gareth Bale, encontró en Lemar un futbolista clave para generar desequilibrio.
El reencuentro del belga con su antiguo equipo le sirvió para reivindicar su nivel. Griezmann buscaba una tijera más vistosa que efectiva mientras el Real Madrid comenzaba a sentir impotencia, necesitado de la magia ausente de Isco, por no hablar de la pegada perdida con Cristiano Ronaldo. El portugués siempre fue decisivo en los duelos grandes y Lopetegui añora un 9 con gol.
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Luis Suárez: "No podemos depender de que entre Lionel Messi" https://t.co/W8KTqcIEeb pic.twitter.com/ziWkNQQztC— Diario El Bocón (@elbocononline) 29 de septiembre de 2018