Zinedine Zidane condujo a un aguerrido Real Madrid que se llevó la victoria en el clásico español disputado en el Camp Nou. El cuadro merengue cortó una importante racha del conjunto blaugrana que venía sumando 39 partidos invicto. Además de enfrentar al líder de la Liga BBVA y acortar la diferencia a siete puntos por la consagración en el campeonato español. Un partido que también rindió homenaje a la leyenda Johan Cruyff.
Zidane aumenta sus buenos recuerdos en el Camp Nou, estadio donde solo perdió un partido de cinco como jugador y donde desarrolló un gran partido como técnico. En su primer clásico como DT del Real Madrid, sumó su nombre al del portugués Carlos Queiroz y el alemán Bernd Schuster como debutantes que salieron victoriosos del estadio del eterno rival, el Barcelona.
Tras el partido, ya en la sala de prensa con la sonrisa por el triunfo del Real Madrid, las cámaras se percataron de un peculiar detalle del técnico francés. Resulta que 'Zizou' sacó de su boca la goma de mascar y lo pegó debajo de la mesa para poder dialogar con los periodistas. Al término de la conferencia, el estratega merengue se acordó de su accionar previo a la conferencia y de la manera más correcta volvió a la mesa de prensa, retiró el chicle y se lo llevó para no dejar un mal ejemplo ante la atenta mirada de las cámaras.
Zinedine Zidane aseguró que la victoria ante el Barcelona en el Camp Nou (1-2) rearma “anímicamente” a sus jugadores con vistas al tramo final de la temporada. El estratega del Real Madrid confía además que el triunfo les da fuerzas para afrontar el duelo próximo ante Wolfsburgo, por la Champions League.“Estoy muy contento por todo. Nos ha costado al principio, pero estoy muy orgulloso de lo que hicieron los jugadores. Estoy contento por la victoria, pero también por el contenido”, precisó el técnico del Real Madrid.
Por ello, el estratega francés destacó la importancia anímica de la victoria con vistas al próximo partido de la Champions contra el Wolfsburgo. Tras esta victoria, el Real Madrid continúa tercero, a siete puntos del Barcelona. Preguntado por si la Liga todavía está viva, Zidane eludió responder y abogó por la filosofía del partido a partido. “Tenemos que pasar al Atlético de Madrid y nada más y luego veremos. Faltan jornadas y vamos a ver qué pasa. Es un premio enorme para los jugadores, hicieron un partido enorme”, señaló.
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