La historia del mediocampista de Francia, N'Golo Kanté, es de perseverancia y lucha para alcanzar sus metas. El futbolista se convirtió en el cerebro de la escuadra gala, que conquistó el Mundial Rusia 2018 tras 20 años y los clubes más importantes ya lo anotaron en la agenda de posibles transferencias para esta temporada.
La infancia del campeón del Mundo Rusia 2018 fue bastante complicada, porque recolectaba basura junto a su padre para comer. Era 1998, el mismo año en que Francia ganaba su primera Copa del Mundo y él estaba en los suburbios de la ciudad de Paris trabajando junto a su progenitor.
Pese a la situación, N'Golo Kanté siempre mantuvo esa pasión por el fútbol. Planteles como Rennes, Sochaux y Lorient lo rechazaron por su baja estatura, pero nada lo desanimó. Suresnes le dio la oportunidad a los 19 años y luego pasó a la sexta división del Boulogne.
Las buenas actuaciones del mediocampista captaron la atención del Caen que lo contrató. Ese fue el punto de partida para del deportista, quien jugó en 82 compromisos y marcó seis goles. Aquel club, ubicado al oeste de Francia, fue el trampolín para despegar en el fútbol y partió a Leicester City.
Aquel equipo de Claudio Ranieri brilló en la temporada 2015-16 y N'Golo Kanté fue pieza fundamental para conseguir el título de la temporada. Sus buenas actuaciones le llevaron a que el Chelsea desembolsó los 36 millones de Euros para hacerse con sus servicios.
El campeonato del Mundo podría darle más alegrías toda vez que París Saint-Germain, Juventus, Real Madrid y Barcelona han mostrado interés. Chelsea planea mejorar los 264 mil euros de salario semanal que ya gana. Una verdadera historia de lucha y sacrificio.
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